La esperada revancha de Memphis Depay ante el Barcelona | Fútbol | Deportes

La noche era cerrada, diluviaba y hacía frío en Róterdam cuando Memphis Depay abandonaba la zona mixta para dirigirse al autobús del Atlético. Lucía unas gafas de sol que provocaron la hilaridad de algunos periodistas locales. “Es Memphis, él es así”, comentó uno de ellos. Apenas había intervenido un cuarto de hora en la exhibición ante el Feyenoord, pero el hombre parece haber recuperado el ánimo tras la última lesión que le ha mantenido fuera de los terrenos de juego dos meses. “Tuve dos lesiones que me mantuvieron alejado durante mucho tiempo. La segunda lesión fue una especie de recaída de la primera. Tardé más en recuperar los músculos. Todos se preguntan cómo es posible, incluido yo. Soy un profesional y hago todo lo que puedo para ponerme en forma. Fue difícil de afrontar. Uno no se siente futbolista durante ese tiempo, no es divertido. Mentalmente, es difícil”, aseguró a la televisión neerlandesa RTL7.

En realidad, desde que llegó al club rojiblanco en el último mercado invernal, Depay ha protagonizado un calvario de lesiones musculares que le han impedido consolidarse. A punto de cumplirse un año desde su llegada, Depay solo ha disputado 477 minutos. La recaída de la lesión que padeció en el duelo contra el Rayo Vallecano disparó las teorías sobre la fragilidad de su musculatura. En el club apuntaron a la incompatibilidad del trabajo físico del Profe Ortega con el de su preparador personal hasta el punto que en alguna ocasión le limitaron el trabajar con los dos el mismo día.

Preocupado en encontrar una solución, Memphis visitó hace varias semanas una clínica ubicada en Madrid para someterse a un estudio genético que pueda arrojar luz sobre sus reiterados percances musculares. Estos le han impedido establecerse como la pareja de ataque de Antoine Griezmann. Para ello fue fichado. Ambos trabaron amistad en los pocos meses que coincidieron en el Barcelona y ambos salieron despechados. Depay, como Griezmann, sintió que fue infravalorado como futbolista por dirigentes y técnicos de la entidad azulgrana. Por ello el partido de mañana en Montjuïc se convertirá en una pequeña revancha en los minutos que le conceda Simeone. Memphis ha asumido que entre las lesiones y el repunte de Morata su aspiración de asentarse junto a Griezmann se ha truncado por el momento. “Duele cuando tienes que mirar, tengo que ser honesto. Ese sentimiento no es divertido. Intentas animar al equipo y analizar qué harías si estuvieras en el campo. Ves una acción y ves qué tipo de espacios hay. Normalmente, me sumerjo en ello y analizo. Tengo que tener paciencia, ser inteligente y estar feliz de poder volver a jugar al fútbol”, confesó el martes.

La exhaustiva preparación que hizo en verano le dio en los primeros partidos de este curso para iniciar una dura y entretenida competencia con Morata. Simeone estaba entusiasmado con sus golpeos a puerta en los entrenamientos. En la primera jornada de Liga, en el Metropolitano ante el Granada (3-1), deshizo el empate a uno en uno de los primeros balones que tocó con un zurriagazo seco desde 35 metros que limpió la escuadra y desató la euforia de su entrenador. Simeone aprecia su contundencia. “Para nosotros es un jugador muy importante”, dijo cuando pudo convocarle por primera vez tras su lesión. Ahora, el Cholo reza para que no se vuelva a romper.

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