Joe Biden vuelve a plantearse como su misión en la vida cerrar el paso a Donald Trump. Impedir un segundo mandato del republicano, al que considera un peligro para la democracia, ya fue la motivación clave para entrar en la carrera hacia la Casa Blanca hace cuatro años. Biden venció a Trump, pero todo apunta a que la batalla se repetirá y la motivación, también. “Tenemos que conseguirlo, no por mí. Si Trump no se presentara, no estoy seguro de si yo me presentaría. Pero no podemos dejarle ganar por el bien del país”, ha dicho este martes en un acto de recaudación de fondos en Weston (Massachusetts), en la casa de Alan Solomont, un donante demócrata que fue embajador en España y preside la Cámara de Comercio Estados Unidos-España, donde ha acusado al expresidente de usar el lenguaje nazi. En paralelo, en una entrevista concedida a Fox News emitida la noche del martes, Trump rechazó negar categóricamente que fuera a abusar de su poder en caso de ser reelegido. Más aún dijo que solo sería “un dictador” el “primer día″.
En la campaña de las elecciones presidenciales de 2020, Biden se definió a sí mismo como “un candidato de transición”. Biden acaba de cumplir 81 años y acabaría un hipotético segundo mandato con 86. Por su edad, se dio una importancia mayor de la habitual a su elección para la vicepresidencia, que tras una larga espera recayó en Kamala Harris. Se especulaba con que quien ocupase ese cargo optaría a la presidencia en 2024, una vez hubiera desaparecido Trump de la escena política y la polarización política se hubiera atenuado.
El expresidente, sin embargo, no solo se ha instalado en el bulo de que le robaron las elecciones, sino que ha convencido de ello a la gran mayoría de los votantes republicanos. Es el favorito en las primarias republicanas y encabeza también las encuestas para las presidenciales. Mientras, la figura de Kamala Harris no ha cuajado y Biden cree que quien tiene más posibilidades de derrotar a Trump es él mismo de nuevo. “Puede que no sea el único, pero le conozco bien. Y sé el peligro que representa para nuestra democracia. Y ya hemos pasado por esto antes”, dijo en abril en una rueda de prensa en la Casa Blanca.
Desde el principio de la campaña por la reelección ha reiterado el mensaje, pero nunca hasta este martes había sugerido expresamente que quizá no se habría presentado para un segundo mandato de no ser por Trump. “Siempre vamos a defender, proteger y luchar por la democracia”, ha dicho este martes. “Por eso me presento”. Biden ha matizado luego que a estas alturas ya no retiraría su candidatura aunque lo hiciese su rival.
“No creo que nadie dude de que la democracia corre más peligro en 2024 que en 2020. Y lo digo en serio. Porque esta vez nos enfrentamos a un negacionista electoral en jefe”, ha dicho Biden en casa de Solomont. “Seamos claros sobre lo que está en juego en 2024: Donald Trump y sus republicanos MAGA están decididos a destruir la democracia estadounidense. Y eso, de nuevo, no es una hipérbole. Es un hecho. El expresidente no tiene pelos en la lengua. No hace falta fiarse de mi palabra. Solo escuchen lo que dice”, ha continuado. “A sus partidarios, les dice: ‘2024 es la batalla final’. Continúa diciendo: ‘Yo soy la venganza’. Y habla de que somos parte de ‘una nación en decadencia’. ‘O ganan ellos o ganamos nosotros. Si ellos ganan, ya no tendremos un país’. ¿Cuándo se ha oído a un presidente de Estados Unidos decir alguna de esas cosas?“, ha añadido ante unas 50 personas allí congregadas.
“Trump ya ni siquiera esconde la pelota”, ha dicho también Biden en otro acto, también en la zona de Boston. “Nos está diciendo lo que va a hacer. No tiene pelos en la lengua”, ha añadido, refiriéndose a su rival como el “expresidente derrotado”. Trump ha prometido abiertamente perseguir a sus rivales políticos si vuelve a la Casa Blanca, como venganza por sus propias imputaciones. “Sí. Si hacen esto, y ya lo han hecho, pero si siguen adelante con esto, sí, ciertamente podría suceder al revés”, dijo en una entrevista a Univisión en noviembre. “Lo que han hecho es soltar al genio de la botella”, continuó. “Han hecho algo que permite al próximo partido… si por casualidad soy presidente y veo a alguien que lo está haciendo bien y me está ganando, digo: ‘Ve y acúsalo”, añadió.
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El lenguaje nazi
El expresidente ha abrazado una retórica cada vez más violenta y autoritaria. Se ha referido a sus rivales políticos como “alimañas” que hay que “erradicar” y también afirma que los inmigrantes indocumentados están “envenenando la sangre del país”, expresiones con ecos de la Alemania nazi o la Italia fascista, como han puesto de manifiesto los historiadores. Trump también ha atacado a jueces y fiscales, ha sugerido que el que fue su jefe de Estado mayor Mark Miley debe ser ejecutado y se ha mostrado partidario de disparar a quienes roben en las tiendas.
En el discurso en casa de Solomont, a puerta cerrada, pero del que la Casa Blanca ha facilitado una transcripción, Biden ha acusado a su antecesor de usar el lenguaje de los nazis. “Ahora sus partidarios están diciendo que debería invocar la Ley de Insurrección para utilizar el ejército (…) a nivel nacional frente a los opositores políticos y en las ciudades estadounidenses. Si es reelegido, dijo que iba a perseguir a todos los que se le opongan, erradicar lo que llamó las “alimañas” en América. No es una palabra usada a menudo, excepto en la Alemania nazi, una frase específica con un significado específico. Y es un eco del lenguaje que se escuchaba en Alemania en los años 30″, ha dicho Biden.
Dictador por un día
Sabedor de que los ataques sobre el peligro que representa para la democracia le hacen daño, Trump intentó el pasado fin de semana darle la vuelta a la tortilla: “Biden no es el defensor de la democracia estadounidense. Biden es el destructor de la democracia”, dijo en un acto en Cedar Rapids (Iowa). “Ha instrumentalizado el Gobierno contra sus oponentes políticos como un tirano político del Tercer Mundo”, añadió.
Este martes, la cadena Fox ha emitido una entrevista con el expresidente a cargo de su actual presentador estrella, Sean Hannity, con público presente. El presentador le ha preguntado si tenía planes de usar el cargo para abusar del poder, saltarse la ley o perseguir a sus rivales políticos en caso de volver a la Casa Blanca. En lugar de negarlo, Trump ha contestado: “¿Quieres decir como lo están usando ahora?”.
Hannity ha insistido: “¿Está prometiendo a Estados Unidos esta noche que nunca abusaría de ese poder como represalia contra nadie?”. Y la respuesta de Trump ha sido aún más chocante: ““Excepto el primer día″. Y mientras el presentador trataba de entender a qué se refería, Trump ha seguido: “Miren. Se está volviendo loco”, ha dicho. “Me encanta este tipo. Me dice: ‘No vas a ser un dictador, ¿verdad?’. Le dije: ‘No, no, no, salvo el primer día. Vamos a cerrar la frontera y vamos a perforar, perforar y perforar. Después de eso, no soy un dictador”, ha continuado.
La jefa de campaña de Biden, Julie Chávez Rodríguez, ha reaccionado con un comunicado: “Donald Trump nos ha estado diciendo exactamente lo que hará si es reelegido y esta noche ha dicho que será un dictador el primer día. Los estadounidenses deberían creerle”.
Antes de emitirse la entrevista, el presidente ya estaba lanzando sus advertencias. “La democracia estadounidense, les doy mi palabra como Biden, está en juego”, ha dicho en uno de los tres actos de recaudación de fondos de la campaña en la zona de Boston que ha protagonizado este martes. “Ni siquiera acudió a mi toma de posesión. No puedo decir que me decepcionara, pero ni siquiera apareció”, ha dicho en los tres actos, provocando las risas de los asistentes. “Supongo que tampoco aparecerá en mi próxima toma de posesión”, ha añadido entre los aplausos del público.
Biden no está solo en sus avisos sobre el riesgo que representa Trump. La excongresista republicana Liz Cheney, acaba de publicar su libro Juramento y honor, con el mismo mensaje. “Votaremos para preservar nuestra república”, escribe. “Como nación, podemos soportar políticas perjudiciales durante un mandato de cuatro años. Pero no podemos sobrevivir a un presidente dispuesto a acabar con nuestra Constitución”, añade, alertando del riesgo de que Estados Unidos se deslice hacia un régimen dictatorial por primera vez en su historia.
El viernes, Biden tendrá otro acto de recaudación de fondos en la casa de otro exembajador en España. Será en Los Ángeles, en la casa de James Costos y de su pareja, Michael Smith, un famoso diseñador de interiores que decoró la Casa Blanca para el presidente Barack Obama. Espera recaudar millones de dólares en el primer acto con personalidades de Hollywood tras las huelgas de guionistas y actores. Está previsto que actúe el músico Lenny Kravitz. El director de cine Steven Spielberg y su esposa, la actriz Kate Capshaw, figuran entre los anfitriones del evento; al igual que el magnate de la industria discográfica David Geffen; el director y actor Rob Reiner; la directora de Scandal, Shonda Rhimes, según una invitación obtenida por AP. Barbra Streisand también asistirá, al igual que la expresidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi.
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